Doctor, ayer empecé a ver de pronto moscas volantes!
El vítreo o humor vítreo es el gel transparente que ocupa la cavidad interna del ojo. Este gel está compuesto en su mayoría por agua, colágeno, ácido hialurónico y algunas células y todo ello queda envuelto por una membrana llamada hialoides. Esta sustancia se puede desprender por diversos motivos, como por un traumatismo o sencillamente por la edad. A partir de los 60 años se incrementa el riesgo de que se produzca este desprendimiento. El síntoma más habitual es la aparición de ‘moscas flotantes’ y manchas oscuras que se mueven en el campo de visión de un ojo.
El desprendimiento de vítreo no es siempre una patología en sí misma, sino, a menudo, un proceso natural resultado del envejecimiento del propio ojo. Sin embargo, en ocasiones, cuando se separa de la retina puede producir hemorragias y, en el peor de los casos, rotura de la retina que ocasionalmente puede provocar un desprendimiento de retina. En este caso se trataría de una urgencia médica y precisaría de atención quirúrgica urgente, ya que de lo contrario peligraría la visión del ojo afecto.
Precauciones ante este tipo de desprendimiento
En el Instituto Oftalmológico Amigó recomendamos a los pacientes en los que aparezcan síntomas súbitos tales como visión de moscas volantes, sombras o manchas móviles en el campo de visión, que nos consulten sin demora. La inspección del fondo de ojo por el oftalmólogo es en estos casos de la mayor importancia en prevención de las posibles complicaciones, infrecuentes pero potencialmente graves cuando se producen. En caso de encontrarse una rotura retiniana asociada al desprendimiento vítreo, el tratamiento precoz mediante láser de argón, permite crear una barrera de seguridad que impide que la rotura se convierta en un desprendimiento de mucho peor pronostico.
Sin necesidad de tratamiento
El desprendimiento de vítreo puede resultar muy molesto, sobre todo por la presencia persistente de sombras móviles en la visión (moscas volantes) que suelen resultar ciertamente molestas especialmente en los primeros días. Sin embargo, normalmente el desprendimiento de vítreo, por si solo, no requiere tratamiento y estas opacidades o sombras suelen desaparecer con el tiempo.
Lo que si es preciso es aumentar la frecuencia de las revisiones del fondo de ojo. El oftalmólogo determinará si el riesgo para la retina se ha incrementado o se mantiene estable, tomando nuevas precauciones en caso de que la situación se agrave.
Como ocurre con la catarata, no se trata de un proceso infeccioso o contagioso que pueda pasar de un ojo a otro, pero es normal que con el tiempo se dé en ambos ojos porque el principal factor predisponente es la edad.